Por el pequeño camino que rodea un grupo de casas abandonadas apareció Blacksad, y sin entender muy bien el por qué se dirigió a nosotros y dijo alto y felinamente: "la gente prefiere olvidar lo imposible; les hace la vida más fácil". Y su gabardina beis y su bigote afilado de gato duro desapareció en aquel frio día en Sona. Esa frase quedó suspendida en el aire durante más de un minuto. Justo el tiempo necesario para darnos cuenta que Somic era aquello que queríamos olvidar pero no podíamos. En fin, que tras una catarsis que no llegó tan visualmente pero sí que se sintió, empezamos a creer en lo imposible. Recurrimos al talento y a la cooperación que los autores del cómic destilan en botes grandes y ahora, después de años, estamos aquí y ahora.
Todos los que formamos parte de Somic, sabemos que lo imposible requirió apoyos, desventuras, órdagos a la razón y luchas que por fin ven la luz. No queremos ser el espejo de nadie ni la copia de cualquiera, queremos que Sona dicte las normas del dibujo, que quien venga aquí quiera sentarse sobre cualquier peñasco a discutir sobre a cuánto queda Gotham de aquí o si Miguel Anxo Prado es realmente humano.
Es por ello que haber llegado hasta aquí es para todos una batalla vencida y por eso, Somic es la celebración de historias, historietas, cómics, tebeos, novelas gráficas, y de todo lo que representa ver un hombre o una mujer con un lapiz sujetado por su oreja preguntándole a su personaje... ¿crees que en Sona refresca por la noche?
Lapices a la vista, se avecinan días de cómic.
¡Bienvenidos a Somic!